Este proyecto al
frente de Manuel Outeda inquieto apóstol desde temprana edad. Y algunos
jóvenes a quienes nos convocaba la amistad y el gusto por La lectura Católica.
Teníamos la
convicción que Dios quería valerse de débiles instrumentos para realizar
grandes obras...
En ese momento ya
nos parecía una gran Obra que Villa Ballester tuviera una librería donde
los jóvenes pudiéramos soñar con una Nueva Iglesia, como escribía el Cardenal
Pironio impregnada de espíritu joven de una Iglesia de los laicos.
Latinoamericana, alegre pujante y sedienta de inserción social, una Iglesia en
salida como dice hoy Francisco...
O leer la Sagrada
Biblia y descubrir allí a Jesús, ya no como lo heredamos de nuestros padres
sino como un encuentro personal y genuino con el Dios de la vida.
Mediante nuestros
autores preferidos aquellos que nos descubrieran a MARIA como San Alfonso
María de Ligorio, o el "Kempis" difícil profundo pero que nos hacía
sentir que nos graduamos en Teología si lográbamos leerlo y entenderlo...
Para nosotros
aquello ya era una gran Obra sin siquiera atrevernos a soñar que aquellas
primeras exposiciones en los colegios cercanos terminarían en la importante
Obra Apostólica que es hoy la Exposición del Libro Católico.
Porque aunque el
esfuerzo denodado y perfeccionado a lo largo de los años de su fundador,
instrumento dócil en las manos del Padre, nada podría haber hecho sin la
irrupción del Espíritu Santo... que es el que impulsa sostiene y logra que una
Obra crezca y se sostenga en el tiempo.
Donde otros niños
y jóvenes laicos y religiosos siguen repitiendo la historia… Descubren en
todo tipo de autores un encuentro profundo y amoroso con Nuestro Señor y la Santísima
Virgen...
Por eso estas
palabras no quieren ser solo un recuerdo de aquellos comienzos humildes sino de
la proyección apostólica que es hoy la Exposición, y una profunda gratitud a
Dios PADRE porque no sólo no abandona sino impulsa con ternura a la fidelidad y
sostiene nuestros débiles hombros para aparecerse al mundo en los libros...
Aunque una sola
persona durante una Exposición pueda descubrir el amor infinito de Dios por
nosotros ya está valdría la pena...
Imagínense
durante tantos años, cuantos aprendieron a rezar a través de la lectura, cuanto
empezaron a leer la Sagrada Escritura y descubrieron las respuestas a muchas
preguntas del tiempo actual...
Por eso pedimos
que por muchos años más el Espíritu Santo siga sosteniendo esta Misión!
Esta siga
creciendo a fin de descubrir ante nosotros el rostro mismo del Dios.
"...Caritas
Christi Urget Nos!"
Santuario de Schoenstatt en Florencio Varela (8 de diciembre de 1977) |
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