lunes, 23 de mayo de 2016

LA EXPOSICIÓN DEL LIBRO: FIESTA PARTICIPATIVA (por Cardenal Antonio Quarracino - año 1997)



Cardenal Antonio Quarracino
Arzobispo de Buenos Aires y Primado de la Argentina
Editorial:
La Exposición del libro:
Fiesta participativa

Asistimos, en nuestra Arquidiócesis de Buenos Aires a la inauguración de la IX Exposición del Libro Católico: Es un hecho digno de ser celebrado, en primer lugar, porque supone la continuidad de un proyecto fructuoso, mantenido con persistencia tesonera y encomiable voluntad de realización. En segundo lugar, porque se trata de una exposición de libros. Esta muestra anual ofrece, a un conjunto nutrido de visitantes que la recorran, un caudal valioso de producción intelectual.
Allí se nos proponen las últimas ediciones en materia de teología, filosofía, historia, espiritualidad, moral, hagiografía, literatura, exégesis, hermenéutica bíblica, liturgia, etc.
Es posible escoger a gusto el alimento o estímulo que cada espíritu requiera y poder gozar del diálogo que la lectura facilita.
A la vez, la exposición brinda un panorama del estado bibliográfico de multitud de cuestiones que hacen a la formación de la cultura y edificación espiritual del católico maduro.
La Exposición convoca más de cien editoriales e instituciones que aportan las novedades de sus fondos para ser presentadas en las salas de la siempre grata casa del Padre Grote. De alguna manera, con ello, Se continúa en algo sus labores de preocupación por la comunicación social.
En las programaciones de la muestra cada año se han ido rescatando, a manera de homenaje, la memoria de un destacado escritor argentino. Se ha restaurado el recuerdo agradecido para aquellos que aportaron a través del libro lo mejor de sí.
Es lamentable la amnesia parcial que padecen muchos compatriotas, muchos católicos, respecto de aquellas figuras para con las que deberíamos tener memoria perdurable, por el bien que nos han legado. Son parte viva de nuestro patrimonio cultural y de nuestra identidad argentina. Pero optamos por el último modelo que nos propone la bibliografía europea o norteamericana.
En el seno de la Exposición, y más allá de ella, hemos ido recordando figuras como la del imprevisible e impar Padre Leonardo Castellani, la de Hugo Wast. autor de una narrativa caudalosa y de real difusión popular, de Francisco Luis Bernárdez y su poesía religiosa y este año, la figura preclara y esclarecedora de Monseñor Gustavo J. Franceschi.
Hemos colaborado. en la medida de nuestras posibilidades, para robustecer esa memoria agradecida, de criollos bien nacidos y de cristianos reconocidos, de hombres talentosos nacidos en nuestra tierra. Nuestros gestos. en este sentido. se han concretado en colocar placas para los olvidadizos (aunque Horacio dijo que su poesía era más perenne que el bronce): hemos escrito prólogos, hecho presentaciones, animados trabajos, todo con el mismo espíritu de rescate. Algunos signos muestran lo acertado de nuestro empecinamiento. Me informan, por ejemplo, de dos tesis doctorales en elaboración sobre la obra de Castellani, una en la Universidad de Mendoza y otra en Buenos Aires. Es buen indicio.
En estos días hemos lanzado una Antología de páginas de Monseñor Franceschi (Buenos Aires, 1997), en la que se ha recogido un haz pequeño pero representativo de artículos suyos.
Servirá, al menos, como dicen los españoles cuando ofrecen apenas un sorbo de vino, para que el lector “haga boca” y se anime a probar más. Para los que leían en su momento a Franceschi, y lo siguieron a través de sus ensayos en Criterio, será una ocasión esta antología para retomar los ecos de su discurso claro, fundado y orientador. Para los jóvenes que no han leído cosa de él, podrán asomarse en este volumen al modelo de un hombre que juega opinión sobre las realidades de cada día con criterio de siempre y de doctrina. Cosa hoy infrecuente.
Ya que de cuestiones bibliográficas hablamos, creo que tenemos una deuda grande con publicaciones católicas que cumplieron toda una empresa en su hora. Nos están faltando índices de Criterio, de Ortodoxia, de Ichtys. de Sol y Luna, de Número y tantas otras que ayudan a completar nuestros momentos culturales argentinos. Esperemos que los que saben cómo se emprende esta tarea pongan manos a la obra. Es un trabajo para la cultura nacional.
A lo largo de estos últimos años, en el seno de la Exposición se han concretado algunas sugerencias nuestras, que nos parecieron atendibles. Tal es el caso del Certamen Literario para alumnos de los dos últimos años de secundaria. Esta convocatoria nos ha sorprendido por la respuesta caudalosa y entusiasta de nuestros muchachos. De igual manera, la Faja de Honor "Padre Castellani", otorgada a los mejores libros del año, ha tenido muy buen eco en la prensa y ha ido ganando en estimación.
Es de desear que, con el tiempo. esta labor de difusión del libro católico se consolide cada vez más para beneficio de la vida espiritual argentina. Esta Exposición ha sido en todas las ocasiones, una fiesta en el sentido de una celebración participativa y regocijante.
Vaya una felicitación especial al gestor de la Exposición, Sr. Manuel Outeda Blanco, quien con su capacidad organizativa y voluntad efectiva, ha hecho posible esta muestra a lo largo de estos años.
Reciba esta IX EXPOSICIÓN DEI. LIBRO CATÓLICO nuestra bendición y mejores augurios.



Editorial de la Revista de la Exposición del Libro Católico firmada por el
Cardenal Antonio Quarracino, Arzobispo de Buenos Aires y Primado de la
Argentina (Año XXI-N° 4- Septiembre de 1997)




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