viernes, 22 de julio de 2016

Testimonio (por el Dr. Juan Luis Gallardo)

El Dr. Juan Luis Gallardo, al recibir la Estatuilla "Padre Leonardo Castellani" en la XXIII Exposición del Libro Católico (Casa de la Empleada -Obra de Mons. Miguel de Andrea, año 2011)
Parece mentira que hayan transcurrido 40 años desde el momento en que Manolo Outeda, llevando a la práctica una sugerencia del cardenal Quarracino, pusiera en marcha la Exposición del Libro Católico y creara las distinciones literarias que otorga la misma. Algo tuve que ver con la redacción de los reglamentos  que rigen el otorgamiento de tales distinciones y me precio de ello. Pues, en efecto, los escritores católicos estaban necesitando estímulos que los alentaran a no cejar en su tarea apuntada a evangelizar la cultura y, consecuentemente, a mejorar la sociedad.

Cuando el jurado de la Exposición del Libro Católico (que yo entonces no integraba, por cierto) me otorgó a mí la Estatuilla Leonardo Castellani, debí pronunciar unas palabras para agradecer el premio. Y dije entonces que el mismo, para nosotros, equivale a ganar el Oscar. Por la sencilla razón de que no podemos aspirar a otro porque no existe. Los hubo en algún momento, por ejemplo uno que concedía ASESCA, pero ya no los hay. Ausencia ésta que aumenta la importancia  de las distinciones que discierne la Exposición.

Esto en cuanto a las referidas distinciones. Pero no se agota en ellas el emprendimiento de Outeda. Pues su núcleo consiste en exponer la producción literaria católica, como su nombre lo indica. Cosa que hace magnánimamente, acogiendo  en las salas que destina a ello una gran cantidad de libros, editados a lo largo y a lo ancho de la República.

Tan benemerita actividad le acarreó algunos disgustos a Outeda, cuyos causantes militaban en las propias filas y en ámbitos hostiles. Sin embargo, contra viento y marea, Manolo persistió en la labor emprendida. Lo cual nos permite celebrar este aniversario, mientras la Exposición del Libro Católico se encamina airosamente hacia su medio siglo de vida.


Juan Luis  Gallardo

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